En un artículo publicado en Expansión & Empleo, este sábado 22 de octubre de 2005, bajo el título “Los profesores se transforman”, se hace hincapié en el reciclaje de los docentes universitarios debido a la futura aplicación de las reformas derivadas de Bolonia.
Tal y como indica el autor del artículo, “uno de los principales objetivos de la Declaración de Bolonia, que inspira el futuro Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES), es la inserción laboral de los titulados.”
Para conseguirlo, se pretende que los universitarios adquieran las habilidades y competencias que demandan las empresas, por lo que será necesario introducir cambios en los métodos actuales de enseñanza y por otra parte, avanzar hacia un modelo que gire alrededor del aprendizaje del alumno.
Habrá menos lecciones magistrales y más trabajos en grupo.
Menos apuntes en clases teóricas y más prácticas, laboratorios y uso de herramientas tecnológicas.
Así pues, será necesario que los profesores cambien la organización y el desarrollo de sus asignaturas y transmitan en clase nuevas habilidades sociales y profesionales.
Es imprescindible, pues, que las universidades inicien planes de formación y reciclaje de sus docentes hacia este sentido.
En este mismo artículo, se hace mención a los requerimientos que seiscientas empresas expresaron en una encuesta realizada el pasado año y destaca cuatro áreas en las que formar a los docentes: comunicación, motivación, relación y organización.
Si le añadimos a estas cuatro habilidades o competencias, la orientación que antes comentábamos hacia los trabajos en equipo, ¿qué obtenemos?: El trabajo en equipo.
Una vez más, incidimos en esta competencia, el trabajo en equipo.
Ahora sólo hace falta que nos lo creamos, que los profesores nos reciclemos y formemos y lo transmitamos a nuestros estudiantes.
Un interesante y apasionante reto.